El marketing digital es un aliado indispensable para todas las empresas que de verdad quieran crecer en los tiempos que corren. Vivimos en la era smart, en la que todo el mundo tiene acceso a internet desde cualquier parte gracias a su teléfono móvil. Estar ahí, en esos entornos virtuales en los que se mueven las personas, es el objetivo de toda marca que se precie.
Y para ello, debe contar con un equipo que sepa evitar los errores más habituales del marketing digital. ¿Los conoces? ¿No? Pues ha llegado el momento de que los descubras para evitarlos.
Los errores más comunes en el marketing digital
Uno de los grandes errores en las estrategias de marketing, sobre todo en equipos pequeños, es no aprovechar el mailing. El resurgir del e-mail marketing ha quedado patente gracias a herramientas como Mailrelay, que permiten el envío masivo de miles de correos a miles de personas totalmente gratis. Esta herramienta es una de tantas que debe estar en el abanico habitual de las agencias.
Pero hay mucho más. Y, si bien evitar las bondades del mail marketing es un error de base, los que vamos a ver a continuación son tanto o más importantes:
No establecer objetivos claros y medibles
En la actualidad, los equipos de marketing tienen a su disposición infinidad de herramientas para medir variables clave como las tasas de clics, las impresiones, las visitas, las conversiones y mucho más. Partiendo de esto, una estrategia de marketing sólida siempre debe establecer una serie de objetivos claros, fáciles de medir y tangibles a corto plazo.
Nada de imponer imposibles. Hay que colocar pequeñas metas que apunten a un propósito global de mayor escala. De este modo, se puede ir trazando una dirección clara a seguir con la estrategia o estrategias correspondientes a través de todos los canales o medios que estén a disposición del equipo. Algo tan simple como llegar a un número concreto de seguidores en una red social resulta mucho más tangible, alcanzable y entendible que un vago «ganar visibilidad».
Desconocer al público objetivo
Otro fallo de lo más común que se comete en el marketing digital es no conocer realmente al público objetivo de una marca. Esto es fundamental para poder elaborar unas campañas que encajen con este, que se amolden a nivel de forma y contenidos para tener el alcance y el éxito que se desean.
De nuevo, hay muchísimas herramientas que permiten conocer las tendencias, gustos y necesidades del público objetivo. Es más, resulta imprescindible hacerlo y segmentar a este público en otros grupos más pequeños de usuarios para poder afinar mucho mejor las estrategias para cada uno de ellos. Aunque de esto hablaremos en más detalle en otro apartado posterior.
No medir o analizar resultados
Todas las métricas que hay en el mundo del marketing están ahí para marcar objetivos, pero también para analizar resultados. Una buena estrategia no se entiende sin un constante análisis de rendimiento, sin comprobar aspectos como los KPI para ver si las técnicas y métodos que se están empleando están funcionando realmente, o incluso detectar posibles problemas que deban cambiarse.
Es algo que está siempre presente tanto en el planteamiento como en la ejecución y desarrollo de cualquier estrategia de marketing digital. No hacerlo es caer en un error de base, ya que no se tiene una referencia clara para saber si todo debe mantenerse como estaba o si, por el contrario, hay posibles cambios que ayuden a impulsar más las iniciativas puestas en marcha.
Descuidar la personalización
Antes hablábamos de la importancia de conocer al público objetivo y de hacer una buena segmentación de la audiencia a la que aspira la marca. Una de las grandes razones por las que se hace esto es para poder personalizar los contenidos. Esta técnica, que es especialmente necesaria en el mail marketing, se utiliza para adaptar las acciones a diferentes públicos en base a sus intereses y necesidades.
Hacer esto eleva las conversiones y refuerza el engagement hasta el punto de ser una de las claves de la fidelización. Una buena estrategia de marketing debe entender al público al que va y saber adaptarse a él, ya que es lo único que realmente puede hacer que su eficacia sea mayor.
Ignorar las particularidades de los nuevos canales
Las plataformas digitales no dejan de evolucionar y cada vez hay más canales en los que estar presentes. Cada uno tiene su propia naturaleza, como podemos ver por ejemplo con las redes sociales. Facebook, TikTok, Instagram y X funcionan de formas completamente distintas y tienen contenidos que van mejor o peor en una u otra.
Eso es algo que debe estar muy presente en las estrategias de marketing, ya que determina el tipo de público al que se acerca la marca en cada plataforma y, al mismo tiempo, el tipo de contenido que hay que hacer en cada una.