A la hora de captar tráfico desde una web, sea del sector que sea, al igual que en una tienda tradicional, debemos decidir quién crees que debería entrar en ella y quién no o quien tiene que entrar en qué parte y quién no. Así como el tipo de contenido que ofreces para que los usuarios decidan o no entrar en tu sitio web, por ello es fundamental conocer la ética en la publicidad.
Esta decisión nos va a marcar nuestra estrategia de marketing a seguir en internet para llegar a potenciales clientes que les interese el producto que ofrecemos. Evitando impactar a personas alejadas de la necesidad que nosotros satisfacemos con nuestro producto/servicio.
Actualmente vivimos en un entorno en el que cada persona recibe de media 2.000 impactos publicitarios diarios. Y cada vez se hace más necesaria una publicidad ética, cualificada y eficiente compuesta por diferentes factores éticos.
Factores éticos en la publicidad
- Ofrecer un contenido relevante para los usuarios web, tanto a nivel On-Page (sección de noticias, blog, novedades, ofertas, concursos…) como Off-Page (redes sociales, publicidad, mailing…). La idea de tener que publicar por norma 2 post al día, a la semana, o al mes en redes sociales, tiene que ir respaldada de una estrategia de contenidos acorde. Seamos honestos y pensemos en nuestro público ¿Somos lo suficientemente importantes para ellos como para que tengan ganas de vernos dos veces al día? Conseguir un buen equilibrio en los contenidos, hará que hablen bien de nosotros y que nuestros usuarios mantengan su interés en nuestra marca.
- Honestidad por encima de todo, nuestro contenido debe ser fácil de entender, y por supuesto, alejado del engaño. Tener esto siempre presente hará que nuestra reputación online, y nuestra rentabilidad mejore. Piénsalo, si no tienes nada positivo que ofrecer de verdad con tu producto/servicio, ¿te merece la pena seguir invirtiendo en ello?
- Controlar la frecuencia de publicación de anuncios, a día de hoy, es uno de los factores más comunes en la publicidad digital. Todos somos víctimas de esta persecución de banners en webs y en redes sociales. Un exceso de frecuencia en los anuncios hará que nuestra reputación se desplome.
- Segmentación lógica, no hay nada más molesto que la publicidad que no nos interesa. Esto a día de hoy, aún ocurre en televisión, donde la publicidad es masiva y no se ha establecido aún un sistema de segmentación. Afortunadamente, en internet disponemos de herramientas de sobra para poder solucionar este problema. Bien sea por datos demográficos, intereses, audiencias personalizadas, geográficamente, por grupos etc.
- Elegir bien la página de destino a la que enviar a nuestra audiencia. Dado que los usuarios normalmente tardan décimas de segundo en decidir quedarse o irse, debemos darles una experiencia web adecuada, relevante e interesante.
- Transparencia y comunicación activa con nuestra comunidad para una correcta ética en la publicidad. Otra de las ventajas que ha derivado de la revolución digital es la comunicación bidireccional entre empresas y usuarios. Anteriormente, las comunicaban de forma unilateral a través de la radio, televisión, prensa y exteriores. A día de hoy, especialmente a través de redes sociales se valora muy positivamente que la marca esté cerca del usuario atendiendo reclamaciones, escuchando propuestas y respondiendo mensajes. Este factor nos da buena imagen y una herramienta de investigación bastante potente.
Para la ética en la publicidad, estos objetivos son básicos y no deberían formar parte de una estrategia de marketing en particular. Deberían ser comunes a todas las empresas que dan visibilidad a su marca en internet.
Si tenemos en cuenta estos factores a la hora de lanzar nuestro contenido en redes y en nuestra web, podremos ver diferentes ventajas derivadas de ellos.
Ventajas en la ética de la publicidad
- Buena reputación: Los usuarios no nos van a ver como una web intrusiva o pesada, ya que somos parte de sus aficiones o necesidades.
- Mejora de la rentabilidad: Cada usuario que llega a la web tiene un coste, puede ser directo a través de campañas digitales o indirecto, derivado de una estrategia SEO, de la creación de contenidos o bien de los costes de la propia creación de la web. Si focalizamos lo máximo posible en potenciales clientes, nuestra inversión tendrá más posibilidades de ofrecernos un retorno.
- Posicionamiento: Nuestra marca ocupará un espacio en la mente del usuario que puede ser molesta o que se relacione con lo que queremos transmitir. Un ejemplo muy visual es si queremos ser “los pesados de los viajes” o “los que tienen oportunidades increíbles”. De esta ventaja deriva que el mensaje transmitido por el boca a boca, sea positivo o que se difunda que somos una marca intrusiva y pesada.
- Cohesión comunicativa. En empresas de gran volumen, a veces resulta complicado tener un mensaje coherente entre diferentes áreas. Como por ejemplo, mensaje transmitido en Instagram o mensaje transmitido en televisión. Si la empresa dispone de un código ético de la publicidad común a todas las áreas, conseguiremos una mínima coordinación.
Para conservar la efectividad de la publicidad a día de hoy, consideramos decisiva esta parte de la ética en la publicidad. Por desgracia, muchas empresas se saltan muchos de los factores de los que hablamos. Y normalmente por desconocimiento de las métricas o del funcionamiento de la publicidad digital, o bien por un negocio no centrado en el cliente. En cualquier caso, no son estrategias efectivas ni sostenibles a medio y largo plazo.