A la hora de comenzar a estrechar cualquier lazo comercial o de colaboración profesional se hace necesario sembrar un acercamiento entre las partes. Esto se requiere inicialmente para que los primeros pasos y posterior evolución de un proyecto florezca de la mejor manera posible. Por ello, desde una agencia de marketing digital, cada vez resulta más indispensable conocer la propuesta de valor de una empresa. De esta manera le permitirá interiorizar desde el primer minuto lo que busca el cliente de este servicio. Al fin y al cabo, lo que se busca es tomar -de maner conjunta-, la misma ruta hacia los objetivos fijados.

¿Cómo crear una propuesta de valor de una empresa?

Partimos de la premisa de que una propuesta de valor implica la nota principal de diferenciación. Ese beneficio adicional que una empresa o entidad propone a su potencial público. Además, suele identificar aquello sobre lo que destaca respecto a sus principales competidores. Algo asi como ‘qué puedo hacer por ti que el resto no te puede aportar‘. Claramente el objetivo es desmarcarse ante cualquier atisbo de comparación.

No obstante, no solo es necesario plantear y diseñar una propuesta de valor con la que definir los tipos de soluciones o cualidades sobre las que una empresa considera que sobresale dentro de su sector. También que hay que tener en cuenta los elementos con los que comunicarla. Por ejemplo, a través de una estrategia digital en Social Media Marketing o una estrategia de Content Marketing. Así como cualquier otro tipo de ejercicio con el que transmitir los valores de marca a ese target objetivo sobre el que la empresa busca impactar e influir.

¿Por qué necesitamos una propuesta de valor para comenzar a trabajar?

Siempre hemos escuchado que el tiempo es oro. Por ello, tener la posibilidad de trabajar con documentos resumidos como una propuesta de valor de la empresa con la que se va a comenzar a trabajar es un punto extra.

En definitiva, a la agencia de marketing digital le ahorrará muchos pasos a la hora de ‘empaparse’ de las necesidades del cliente. Y de profundizar en la esencia del mismo.

Claramente el objetivo es desmarcarse ante cualquier atisbo de comparación

Una vez que el contacto entre las partes ha madurado tras una primera solicitud de información o llamada inicial, pasando por la calendarización de una primera videollamada y una posterior reunión entre el equipo implicado una vez acordada la colaboración, la tarea de elaborar y compartir la propuesta de valor de empresa se postula como la hoja de ruta a seguir. Esta se convertirá en la delimitación de las oportunidades a explorar dentro del planteamiento o Media Plan que presentaremos. Y obviamente, siempre orientado a los KPIs marcados.

¿De qué modelo partimos? 

Para ello, desde hace un tiempo, desde marketinhouse venimos trabajando con un modelo Canvas. Este formarto se constituye principalmente como un instrumento visual que en la que se organizan, se resume y se resaltan todas las ideas sobre las que se constituye el modelo de negocio que atañe al nuevo proyecto que comenzaremos a gestionar.

Todo en conjunto viene a consolidarse como la suma de ese valor que se quiere transmitir al usuario. Este se asienta principalmente en los clientes, su oferta comercial, la viabilidad de la empresa y la infraestructura del mismo.

Principales apartados de una propuesta de valor convencional

En térmnos generales -y como refencia de partida-, las propuestas de valor han partido de una serie de puntos que se escenifican de manera visual en un documento cuyos componentes principales son:

  • Título: expone de manera breve y directa la principal utilidad o beneficio que un usuario puede recibir a la hora de servirse o utilizar el servicio o solución que le propone la empresa en cuestión.
  • Subtítulo: este espacio está reservado para resaltar y ahondar en la información relevante que concierne a la empresa. En él se puede profundizar en la tipología de servicios o productos que ofrece, a quién se dirige más concretamente y cuál es la misión que persigue.
  • Diseño creativo o visual: una imagen vale más que mil palabras, ¿verdad? Cualquier elemento audiovisual viene a reforzar y complementar el mensaje que se quiere lanzar, siendo casi siempre el punto de atracción y foco sobre la atención del usuario.

Como ves, contar con una buena estructuración de una propuesta de valor de una empresa implica comenzar con mayor conocimiento las característica de su proyecto. Ten en cuenta que este primer vistazo y la síntesis de puntos esenciales sobre la constitución de su modelo de negocio nos facilitan el aterrizaje a la hora de ponernos a los mandos de su gestión estratégica digital.